El Deportivo Independiente Medellín se jugó un partido crucial ante el Deportivo Cali en el estadio Palmaseca del Valle del Cauca, pero su hinchada se jugó su cita con el destino y acogió los alrededores del estadio Atanasio Girardot como si estuviera de local. Gritos, ánimos, celebraciones y el trago amargo del gol azucarero, fueron las emociones que dominaron el partido de los fieles, el de los seguidores. (Leer artículo completo)